domingo, 22 de julio de 2012


La caza del jabalí con lanza "traerá muchos puestos de trabajo"

El lancero mayor del Club Internacional de Lanceo, Enrique del Águila, ha asegurado que aprobar la caza del jabalí con lanza puede suponer para la región "la creación de muchos puestos de trabajo", tal y como a su juicio "ha quedado demostrado en otros países", además de que "potenciará el turismo internacional".
16/07/2012 | Europa Press
Así lo ha asegurado Del Águila en declaraciones a Europa Press, donde ha indicado que a expensas de que el Gobierno regional apruebe definitivamente esta modalidad de caza, "ya hay empresarios de la hípica y de la equitación de la región y de todo el mundo" interesados en desarrollar su negocio en Castilla-La Mancha.

Según ha explicado, organizar lanceos "requiere de mucho personal" y es un tipo de práctica "muy atractiva" también en otros países como Francia, "donde también hay otras modalidades muy similares de caza a caballo". "Ser la única Comunidad Autónoma, a parte de Andalucía, que comercializa este tipo de caza, puede atraer a un gran flujo de clientes a la zona".

Del Águila ha indicado que esta semana se ha llevado a cabo una reunión con representantes del Gobierno regional, tras la que este tipo de práctica será aprobada "en unos quince días".

Ha aseverado que "ya hay mucha gente esperando a que empiece la temporada de caza", desde el segundo fin de semana de octubre, "y ya hay muchos grupos que están esperando a que se dé el pistoletazo de salida", aunque si la aprobación del lance se demora mucho más "algunos podrían echarse atrás".

El lancero mayor ha subrayado que la caza de jabalí con lanceo "es una modalidad más" en la que, como en el resto, "cualquier cazador intenta hacer sufrir al animal lo menos posible".

Los cazadores proponen crear un fondo para pagar los daños de los jabalíes

El presidente de la Federación de Caza de Lugo, Francisco López, recordó que los cazadores gallegos le propusieron a la Xunta de Galicia la creación de "un fondo", con dinero aportado por los tecores y la Administración autonómica, para pagar los daños que originan los jabalíes en determinadas épocas del año, pero esa iniciativa quedó en suspenso.
17/07/2012 | ABC
Francisco López hizo estas declaraciones a EFE después de que la Xunta de Galicia adoptase la decisión de ampliar a 121 municipios gallegos el protocolo para autorizar la caza de jabalíes fuera de la temporada oficial, que comienza el 18 de agosto y termina el 17 de febrero.

"Según se están pagando los daños que ocasionan los lobos, también se podían pagar los que ocasiona el jabalí. Y sino, nosotros le proponemos a la Administración hacer un fondo, con dinero nuestro y dinero de ellos, para pagar los destrozos que ocasiona esta especie", dijo Francisco López.

De hecho, precisó que "en eso se quedó" con la Xunta de Galicia "hace ya dos años", pero al menos de momento "no se ha vuelto a hablar más nada" de esa propuesta.

El presidente de la Federación de Caza de Lugo considera "excesivo" que la Administración autonómica haya concedido batidas a lo largo de todo el año, porque en determinadas zonas ni siquiera hubo "los meses descanso, entre mayo y junio".

Desde su punto de vista, aumentar la presión cinegética sobre el jabalí hasta ese punto es "destruir el medio ambiente", porque "en este momento" están "criando las perdices" y otras aves en los montes, de forma que "una suelta de perros" de caza destrozaría los nidos.

"No es el momento de autorizar batidas indiscriminadas. Sí podrían hacerse y deben hacerse esperas nocturnas, para ir a los lugares en los que los jabalíes provocan daños y allí hacer una caza selectiva. Pero no destruir el medio ambiente con perros sueltos por el medio del monte y gente andando por el campo", insistió.

Por otra parte, Francisco López recordó que "los cazadores no son los culpables" de los daños que provocan los jabalíes, sino "la solución", porque realizan "una labor social muy importante".

"Si dejásemos de cazar durante un año, no sería viable en Galicia ni la agricultura ni la ganadería", precisó.

Almería

Sorprenden a dos furtivos cuando cazaban en Los Vélez con un rifle de gran calibre y un arco

Agentes del Seprona de la Guardia Civil y de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía han denunciado a dos personas que fueron sorprendidas en la localidad almeriense de Chiriven cuando pretendían efectuar la caza furtiva, para lo que portaban un rifle de caza mayor de gran calibre y un arco de caza profesional.
20/07/2012 | La Información
Según informa la Comandancia en una nota, la operación tuvo lugar en el marco de un dispositivo de vigilancia, en el que realizan varios apostaderos en un punto estratégico y dominante de la orografía del Parque Natural de Sierra María-Los Vélez, desde donde se divisa el Paraje de Taibena, lugar en el que los cazadores furtivos suelen realizar su actividad.

Así, observaron a dos cazadores en la zona conocida como Majada del Cerro de la Torre, que portaban un rifle de caza mayor de gran calibre y un arco de caza profesional, por lo que iniciaron un acercamiento a pie hasta el lugar para identificar a estas personas y pedirles la documentación.

Tras comprobar que carecían de cualquier tipo de permiso que les permita realizar dicha actividad cinegética, los agentes les informan de las infracciones observadas en materia de caza y en materia de protección de la flora y fauna, por lo que les denuncian y les requisan los efectos intervenidos.

EL LADRIDO EN LA CAZA


Por Juan José GARCÍA ESTÉVEZ
Última actualización 11/07/2012@18:43:15 GMT+1
Los perros, como descendientes del lobo, son cazadores y disponen de poderosas armas para matar a sus presas. Además, son animales sociales que necesitan pertenecer a un grupo para ser más eficientes en la caza. Pero para que estos animales puedan coexistir en grupo sin que se maten unos a otros han tenido que idear un sistema de convivencia, la jerarquía. Y para poder establecer jerarquías y ser cooperativos necesitan buenos sistemas de comunicación, como por ejemplo, el ladrido.
V
amos a centrarnos en las señales auditivas, que son mucho más ricas de lo que podemos imaginar, ya que los perros gruñen, aúllan y ladran para comunicarse. Pero, además, cualquier persona que conviva con perros sabe que el tono y cadencia de los ladridos varían según lo que el perro quiera decir. No es lo mismo un ladrido de incitación al juego que un ladrido de amenaza. Si combinamos los ladridos con expresiones corporales (posturas de la cola, del pelo o dientes y lengua) obtendremos una comunicación variada y compleja, que los perros de forma natural y por aprendizaje entienden.

Recientes estudios llevados a acabo en perros salvajes, indican que el ladrido nace como medio de comunicación para situaciones concretas, por ejemplo, la presencia de un enemigo. Ladrar avisa a los de su grupo, les atrae y les aúna frente a un peligro común, aunque en el perro actual el ladrido ha sido seleccionado genéticamente y ha llegado a ser más rico y complejo o ha desaparecido. Existen razas que no ladran, que tan sólo aúllan, como los perros nórdicos (alaskan malamute, husky siberiano, samoyedo) aunque pueden aprender a ladrar en presencia de otros perros. Otras razas, en cambio, suelen ser muy ladradoras, como las razas pequeñas (jack russel terrier, teckels, etcétera).

EL LADRIDO EN LA CAZA. En los perros de caza, el ladrido tiene la misma función que para los perros salvajes, avisar de que algo ocurre a los demás miembros del grupo. Casi todos los perros de caza ladran frente a una pieza que les supone una amenaza, por ejemplo, un jabalí, o simplemente avisan con el ladrido al resto del grupo de que persiguen una pieza, como hacen los podencos “latiendo” tras un conejo. Esta característica se ha reforzado en algunas razas para sacar ventaja en la actividad cinegética, y se ha tratado de evitar en otras por los mismos motivos. Entre los primeros –y por poner un ejemplo– están los elkhounds de Noruega, perros dedicados a la caza del alce en el norte de Europa, y en los que se ha seleccionado precisamente el ladrido como una de las características destacables de su técnica de caza. A los elkhounds, que son parecidos a los malamutes pero algo más pequeños, se los libera en el monte con el objetivo de que encuentren la caza. Son perros independientes, que se alejan mucho de su dueño buscando el alce. Cuando lo encuentran, no dejan de ladrarles, lo que pueden hacer durante horas. El alce, un cérvido de gran tamaño que se acerca a los mil kilos de peso, no suele huir mucho, ya que el pequeño perro les supone más una molestia que una amenaza. La caza consiste en localizar al perro ladrando para aproximarse lo suficiente y abatir a la pieza.

En el extremo opuesto están los perros que han sido seleccionados para que sean silenciosos. Los perros utilizados para que hagan presa sobre la pieza suelen serlo. En su libro “El dogo argentino”, el doctor Nores explica que en la selección genética de esta raza buscó el silencio como una característica funcional para que pudiese llegar hasta la pieza sin que ésta se diese cuenta, para posibilitar hacer presa en ella. En estos perros, el instinto natural de ladrar a un animal mayor en tamaño ha desaparecido en favor de una aproximación sin ser descubiertos.

EDUCAR EL LADRIDO. Como vemos, el ladrido es algo que en mayor o menor medida se ha seleccionado genéticamente en razas de trabajo con idea de aprovecharlo para la caza. Pero también educar a un perro a que ladre en determinadas situaciones puede ser muy útil. En el norte de España, y siguiendo con el sabueso, la caza del jabalí es la reina, y se procura educar a los perros a que “marquen a parado”.

Los sabuesos no son muy buenos defendiéndose en el monte frente a un jabalí, por lo que generalmente suelen salir muy mal parados cuando el enemigo tiene cierto tamaño y defensas. Por ello, los sabueseros valoran mucho los perros que localizan las piezas en el monte y las marcan con sus ladridos, descubriendo su escondite, pero no las levantan. El propio perrero es el que acude en ayuda del perro para levantar al jabalí a la defensiva. Esto hace que menos perros mueran por las cuchilladas de los jabalíes.

Algunos perros –pocos– marcan a parado de forma natural, y otros comienzan a hacerlo cuando han sido heridos por los jabalíes y les han cogido miedo. Existe una técnica sencilla para educar a los perros a hacerlo. Cuando el cachorro tiene cierta edad, y empieza a mostrar instinto de caza, es el momento de exponerle, atado a una traílla, a un jabalí domesticado. Le estimularemos a perseguirle, lo que aumentará su afición por la caza y, sin duda, empezará a ladrarle, pero cuando vaya cogiendo confianza, ganándole terreno al jabalí y veamos que quiere morderle, un suave tirón del arnés le devolverá a su lugar. Hay que repetir este juego hasta que entienda cuál es su sitio ante el jabalí. Las primeras lecciones serán cortas, iremos aumentando el tiempo en lecciones sucesivas hasta que tengamos un alumno que ladre el tiempo que sea necesario a la pieza sin entrarle y arriesgar su vida. Entonces, estará preparado para salir al monte. l